Adoptar nuestros 28 principios fundamentales

No nos limitamos a seguir nuestros valores; ¡prácticamente les organizamos un desfile! Vivir, respirar y prosperar según ellos es el estilo de Allen Field. Nuestra cultura es esencial para nuestros objetivos y logros.

Cada semana, en las reuniones, e incluso en las conversaciones difíciles, empezamos con una animada charla sobre lo fundamental de la semana. Porque, oye, ¿por qué ser serio cuando puedes ser seriamente brillante?

1. Haz lo correcto, siempre.

Demuestre un compromiso inquebrantable de hacer lo correcto en cada acción que emprenda y en cada decisión que tome, especialmente cuando nadie esté mirando. Di siempre la verdad. Si cometes un error, reconócelo, discúlpate y rectifícalo.

2. Hacer lo mejor para el cliente.

Hacer lo mejor para el cliente, aunque sea en detrimento propio a corto plazo. No hay mejor manera de labrarse una reputación que ganarse la confianza de aquellos a quienes servimos y no hay mejor manera de generar confianza que hacer lo correcto por los demás. Todos los días.

3. Personalice la calidad.

Siéntete orgulloso de la calidad de todo lo que tocas y de todo lo que haces. Pregúntate siempre: "¿es este mi mejor trabajo?". Todo lo que tocas lleva tu firma y hace una declaración sobre ti. Asegúrate de que sea una declaración de excelencia.

4. Añade valor.

Encontrar formas de ayudar a nuestros clientes a ser mejores y más eficientes. Comprenda sus objetivos y asegúrese de que todo lo que hace por ellos está en consonancia con ayudarles a cumplirlos. Hacer las pequeñas y grandes cosas que nos sorprenden y nos diferencian. Crear experiencias que conviertan a los clientes en nuestros mayores defensores.

5. Asuma una intención positiva.

Parta siempre del supuesto de que las personas son buenas, justas y honestas, y de que la intención de sus actos es positiva. Dale a la gente el beneficio de la duda. Tú tienes el poder de elegir tu actitud. Elige una actitud alegre, optimista y entusiasta. Tu actitud es contagiosa.

6. Sea un fanático del tiempo de respuesta.

Responder rápidamente a las preguntas e inquietudes, ya sea por teléfono o por correo electrónico. Mantener continuamente informados a los implicados sobre el estado de las cuestiones pendientes y darles a entender que estamos trabajando diligentemente para resolver la tarea en cuestión.

7. Piensa primero en el equipo.

No permitas que tu ego o tu agenda personal se interpongan en el camino de hacer lo mejor para el equipo. Preocuparse por quién se lleva el mérito o tomarse las cosas como algo personal es contraproducente. Ayúdense mutuamente a tener éxito. Ganamos y perdemos como equipo.

8. Cumplir los compromisos.

Sea fiable y cumpla sus compromisos en todo momento. Esto incluye ser puntual en todas las llamadas telefónicas y reuniones. Haz lo que dices que vas a hacer, cuando dices que vas a hacerlo. Si un compromiso no puede cumplirse, notifícalo a los demás con antelación y acuerda un nuevo compromiso que cumplir.

9. Practica la resolución de problemas sin culpa.

Aplicar un enfoque inquebrantable centrado en las soluciones a la hora de desarrollar la mejor línea de actuación, en lugar de señalar con el dedo o insistir en los problemas. Identificar las lecciones aprendidas y utilizarlas para mejorar nuestro proceso y no volver a cometer el mismo error. Ser más inteligentes con cada error. Aprender de cada experiencia.

10. Invierte en relaciones.

Conozca a los clientes y compañeros de trabajo a un nivel más personal. Nos preocupamos de verdad por los demás. Ya sea con una palabra amable en un momento difícil, una sonrisa amistosa cada mañana o una mano amiga en momentos de tensión, demuestre su compasión. Respete el valor de cada persona como individuo único, independientemente de su origen, edad, apariencia o creencias. Aproveche lo que cada persona aporta. Cuanto mejor conozca a las personas, más éxito tendrá a la hora de comprender y satisfacer sus necesidades.

11. Dejar claras las expectativas.

Crear claridad y evitar malentendidos discutiendo las expectativas por adelantado. Establezca objetivos y plazos de mutuo acuerdo para todos los proyectos, asuntos y compromisos. Pregunte cuando no tenga claro lo que se espera de usted. Haz un seguimiento de las acciones, responsabilidades y plazos.

12. Comuníquese con claridad y franqueza.

Conozca a su público. Escriba y hable de forma que le entiendan. Evite la jerga interna, los acrónimos y la jerga del sector. Utilice las explicaciones más sencillas posibles. Hable con sinceridad y en un tono atento y respetuoso que haga avanzar la acción. Esté dispuesto a hacer preguntas, compartir ideas o plantear cuestiones que puedan causar conflictos cuando sea necesario para el éxito del equipo. Aborde los problemas directamente con los implicados o afectados.

13. Escucha con la mente y el corazón abiertos.

Escuchar es algo más que "no hablar". Preste toda su atención a los demás. Esté presente y participe. Silencia el ruido de tu cabeza y deja de lado la necesidad de estar de acuerdo o en desacuerdo. Deja espacio para que los demás se expresen sin juzgarlos. Escucha con atención y curiosidad. Sobre todo, escucha para comprender.

14. Hacer un esfuerzo adicional.

Esté dispuesto a hacer lo que haga falta para realizar el trabajo, y un poco más. Toma decisiones preguntándote: "¿Qué haría yo si ésta fuera mi empresa? ¿Qué haría si se tratara de mi propio dinero?". Da el siguiente paso para resolver el problema, aunque para ello tengas que hacer algo que no está en la descripción de tu trabajo. Es la milla extra lo que separa lo ordinario de lo extraordinario. Sé extraordinario.

15. Practica la empatía.

Ver el mundo desde la perspectiva del cliente. Conozca sus retos y frustraciones. Cuanto mejor los entienda y los conozca, más eficazmente podrá anticiparse a sus necesidades y satisfacerlas.

16. Seguimiento de todo.

Anota una fecha de seguimiento para cada acción y responsabilízate de que se lleve a cabo. La persistencia suele ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Terminamos cuando algo completano cuando simplemente se pone en marcha.

17. Obtener resultados y celebrar el éxito.

Aunque valoramos el esfuerzo, recompensamos y celebramos los resultados. Fíjate objetivos ambiciosos y mide tus progresos. Hágase responsable de la consecución de resultados. Ofrezca, reciba y pida reconocimiento y agradecimiento en todas las direcciones de la empresa. Celebre los éxitos de los demás, por grandes o pequeños que sean.

18. Mirar hacia delante y anticiparse.

Resuelva los problemas antes de que se produzcan, anticipándose a los problemas futuros y abordándolos con antelación. Prevenir los problemas siempre es más eficaz que solucionarlos.

19. Oriéntese a los procesos.

Crear sistemas y procesos que respalden nuestra capacidad de actuar con coherencia. Los procesos sólidos son la base de la eficacia organizativa. La información es la savia de nuestro negocio, debemos ser buenos compartiéndola entre personas, departamentos y funciones. Documente todo lo que hace para que los demás tengan acceso a la información necesaria para el éxito. Guárdela, compártala y utilícela.

20. Conozca los hechos.

No hagas suposiciones. Siempre hay más en la historia de lo que parece a primera vista. Reúne los datos antes de sacar conclusiones precipitadas o emitir juicios. Ten curiosidad por saber qué otra información puede darte una imagen más completa. Tome mejores decisiones basándose principalmente en hechos y datos, en lugar de en opiniones o emociones. Sea objetivo.

21. Tomar decisiones saludables.

Cuídate en casa y en el trabajo. Come bien, haz ejercicio y duerme lo suficiente. Apóyense mutuamente para tomar decisiones saludables. Cuida tu salud mental. Cuanto más sano estés, más prosperarás personal y profesionalmente. Cuida de nuestro activo más valioso: tú.

22. Presta atención a los detalles.

Desde la configuración de una máquina hasta las especificaciones de un pedido, desde la dirección de envío hasta las tolerancias, los detalles importan. Sea meticuloso con la exactitud y la precisión. Compruebe dos veces su trabajo. Acierte en los detalles a la primera.

23. Diviértete.

Recuerda que el mundo tiene problemas mayores que los retos cotidianos que constituyen nuestro trabajo. Mantén la perspectiva y recuerda divertirte. La diversión renueva nuestro espíritu, nos mantiene con energía y nos ayuda a pensar de forma más creativa.

24. Predicar con el ejemplo.

La mejor forma de inspirar a los demás y mantener nuestra cultura es a través de tu propio ejemplo. Predique con el ejemplo. No pida a los demás que hagan lo que usted no puede o no quiere hacer. Toma la iniciativa de entrenar, guiar y orientar a los demás.

25. Tráelo.

Afrontar cada día con concentración, energía, urgencia y entusiasmo. Sentir pasión por lo que hacemos y comprometernos al máximo. Asumir la responsabilidad personal de hacer que las cosas sucedan. Responder a cada situación buscando cómo podemos hacerlo, en lugar de explicar por qué no puede hacerse. Ser ingeniosos y decisivos. No poner excusas ni esperar a que otros resuelvan el problema. Asumir la responsabilidad y llevar los problemas hasta el final.

26. Pregunta a la gente que sabe.

La sabiduría está en todas partes; no se limita a una determinada edad, título, categoría salarial o cargo. Aprende de todos. La experiencia también cuenta. La gente que lo ha hecho antes sabe lo que hace falta para conseguirlo. Tome mejores decisiones recabando toda la información que pueda. Hay gente dispuesta a ayudar. Utilízalos y alcanzarás el éxito más rápido de lo que podrías hacerlo por tu cuenta.

27. Sea embajador de la marca.

Atesorar, proteger y promover nuestra reputación. Todos somos responsables de la imagen de nuestra empresa y nos beneficiamos de ella. Piensa en cómo afectan tus acciones a nuestra reputación colectiva y da lo mejor de ti mismo. Sea un embajador orgulloso de la empresa.

28. Nunca dejes de mejorar.

Evalúe periódicamente todos los aspectos de su trabajo para encontrar formas de mejorar. "Porque siempre lo hemos hecho así" no es un razonamiento válido. Salga de su zona de confort siendo un aprendiz permanente. Pregúntese "¿Por qué?". Muéstrate adaptable y entusiasmado con las posibilidades que ofrecen el cambio y el crecimiento. El debate respetuoso y el conflicto constructivo son vitales para la salud de nuestra empresa. La innovación, la mejora y el éxito no se consiguen jugando sobre seguro.
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