Envasado Bag-in-Box con asas de papel o tela: Una solución sostenible para los líquidos
El envasado bag-in-box con asa de papel es un tipo de envase utilizado habitualmente para líquidos como vino, zumo y algunos productos industriales y domésticos. Combina la comodidad de una bolsa flexible con la estabilidad de una caja y la portabilidad de un asa de papel. He aquí un desglose de su funcionamiento típico:
- Bolsa interior: El componente principal del envase es una bolsa flexible de plástico o película metalizada. Esta bolsa contiene el contenido líquido.
- Caja exterior: La bolsa se coloca dentro de una caja de cartón resistente. Esta caja cumple varias funciones, como proporcionar soporte estructural, protección para la bolsa y una superficie para marcar.
- Grifo dispensador: Normalmente, la caja lleva integrado un grifo o pico dispensador. Esto permite al usuario verter o dispensar fácilmente el líquido sin abrir la caja.
- Asa de papel/tejido: En la parte superior de la caja hay un asa de papel o tela. Este asa facilita el transporte de la bolsa en caja, como si se tratara de una bolsa de la compra de papel tradicional.
- Apertura y cierre: Para acceder al líquido, suele haber una abertura perforada o una tapa en la caja. Una vez abierta, la bolsa puede apretarse para dispensar el líquido. Muchos diseños de bolsa en caja tienen tapas o cierres resellables para conservar la frescura del producto una vez abierto.
Las ventajas significativas del envasado bag-in-box con asa ecológica abarcan:
- Comodidad: La inclusión de un asa de papel simplifica el transporte, incluso cuando la caja contiene un volumen relativamente grande de líquido.
- Rentable: Suele requerir menos material de envasado que las botellas o latas tradicionales, lo que puede reducir los costes de producción y transporte.
- Sostenibilidad: Optar por un asa de papel o tela, junto con una caja construida con materiales reciclables, la convierte en una opción más ecológica frente a las botellas de plástico de un solo uso.
- Preservación del producto: El envasado bag-in-box puede ayudar a proteger el producto de la luz y el aire, prolongando potencialmente su vida útil.
- Facilidad de dispensación: El grifo o caño integrado permite una dispensación controlada, reduciendo los residuos y la suciedad.
Este tipo de envase tiene una amplia aplicación en la industria alimentaria y de bebidas, especialmente para productos como el vino, los zumos de fruta y los aceites de cocina. También se utiliza en entornos industriales para el transporte y la distribución de líquidos, como soluciones de limpieza y lubricantes. Además, los consumidores aprecian los envases bag-in-box por su comodidad y su carácter ecológico.